Patagonia:
Tierra
mística, cuna de leyendas ancestrales donde la naturaleza prevalece intacta y
la fantasía forma parte de la realidad.
Allí habitan Los Peques (también
conocidos como “Laftraches” o “Kofkeches” en lengua Mapuche), un pueblo de
duendes silvestres que dedican sus vidas a preservar el equilibrio de la
naturaleza, algo muy típico de esta célebre especie en cada rincón del mundo.
Pero a diferencia de las leyendas clásicas estos gnomos carecen de poderes
mágicos.
Son simples criaturitas que disfrutan de cada día como puede hacerlo
quien se llena con el aire limpio y puro de la naturaleza, contemplando las
maravillas de su tierra como si fuese la primera vez. Y valoran profundamente
todo lo extraordinario que tiene la vida para ofrecer como la amistad, el amor,
la alegría y hasta la pena.
Poseen una extraordinaria vinculación con todos los
seres vivos y con la tierra, una filosofía que desde épocas muy tempranas han
compartido con los hombres originarios, quienes llegaron a conocerlos muy bien
y los incluyeron en sus relatos y canciones.
Los Peques pertenecen
a una especie muy antigua, más aún que la del hombre, pero se han adaptado
(aunque no siempre con entusiasmo) a los tiempos presentes y al dominio humano,
cuya influencia se manifiesta en un lenguaje y una forma de pensar plenamente
actuales.
Esto no ha reemplazado sino complementado su propia cultura en una
fascinante combinación entre el viejo libro de leyendas y la era satelital.